Ley del Contrapaso. (Oldsmobile Cuttlas Supreme Diesel)


Oldsmobile nunca fue una marca muy popular.  Realmente no tenía un lugar claro dentro de la amalgama de marcas de General Motors. A finales de los ’60 se situaba entre la deportiva y juvenil Pontiac y la presigiosa y lujosa Buick.  Modelos como el Toronado (el primer tracción anterior americano fabricado en masa) no tenían equivalente en ninguna de sus hermanas más próximas así que adquirió el rol de marca innovadora aunque la mayoría de sus modelos encarnaban el way of life automovilístico americano.  En su larga historia la vieja Olds fue la primera en ofrecer cromados (a la forma americana), cambio automático en toda su gama, parabrisas panorámico, tracción delantera, turbo… aunque su fama se granjeó por sus magníficos motores V8 «Rocket» que se fabricaron desde 1949 hasta los años 90, tal fue la fama que la marca adoptó como emblema (algo que pretende ser) un cohete.  Todas las novedades que GM presentaba/testaba a través de Oldsmobile eran parte de la estrategia para quitarle el sambenito de coche de abuelo.  Milagrosamente los ’70 fueron unos años esplendorosos para la marca de la aeronave espacial.  La mala fama que se estaban ganando las demás marcas americanas (Pinto, Vega, Pacer…) y una creciente ola de patriotismo propiciaron que Oldsmobile vensiese coches a diestro y siniestro llegándose a poner justo por detrás de las plurivendedoras Chevrolet y Ford, y claramente por delante de Pontiac y Plymouth y siendo la tercera marca que sobrepasaba el millón de unidades vendidas en un año.  Por desgracia todo se torció de mala manera.  La factoria de Lasing (cuartel general de la Olds) no daba a basto fabricando sus celebérrimos Rocket de 350 pulgadas cúbicas así que montaron indistintamente motores Chevy.  Muchos propietarios (que eran fieles a la marca precisamente por el motor) se percataron que su coche no montaba el tan preciado motor al hacerle el mantenimiento varios años después de su compra.  El escándalo fue mayúsculo y llevó a GM a cambiar su política de motores siendo todos a partir de entonces «GM Powertrain».  En medio de todo este jaleo se presenta un nuevo modelo.  El mercado demandaba coches con un menor consumo pero con el poderío tradicional yankiee.  Nacía el motor LF9 todo un Rocket de 350 pulgadas cúbicas pero… ¡¡Diesel!!  asociado rápidamente a Oldsmobile fue montado en sus ´prestigiosos modelos.  Fue un autentico desastre.  Adolecía de una falta de potencia intrigante (había leyes federales que cumplir…) y su fiabilidad… Al querer fabricarlo lo más rapido y rentable posible se utilizaron diversas piezas y herramientas de los motores de gasolina.  Las culatas se doblaban ya que los tornillos no apretaban lo suficiente, los inyectores se oxidaban (nada separaba el agua del diésel), la bomba de gas-oil fallaba…   La versión V6 aun habiendo solucionado los problemas con los tornillos compartía el resto de problemas.  Ni los usuarios ni los mecánicos estaban acostumbrados a ese tipo de motores y los remedios para paliar la humedad del combustible lo empeoraron todo.  A pesar de ser montados en diversos modelos de la corporación (hasta Cadillac tenía su versión diésel) el maléfico motor fue asociado a Oldsmobile y el daño fue irreparable.  Muchos usuarios lo reconvirtieron a gasolina hartos de reparaciones.  En la segunda mitad de los ochenta, las ventas bajaron hasta límites inaceptables.  El desastroso motor LF9 es el causante de que todavía hoy en EE.UU. se desconfíe de los motores diésel y no tengan la predicación europea.  Oldsmobile perdió sus señas de identidad fabricando versiones de otros modelos de la corporación, su posición fue la más cuestionada y fue a la que más daño hizo la creación de marcas nobles japonesas (Acura, Infiniti…) y la popularización de las 3 grandes alemanas. Los nuevos abuelos ya recelaban de los coches americanos y las pseudonovedades tecnológicas no convencían. Fue la primera en caer. 

Acerca de Sergio Mercado

Lo reconozco ¡Me encantan los coches! Pero no solo aquellos que forman parte del imaginario popular por sus logros y parabienes. Me gustan TODOS los coches y en especial los que llevan una bonita historia cuestas.
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14 respuestas a Ley del Contrapaso. (Oldsmobile Cuttlas Supreme Diesel)

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  4. L'Ornithorynque dijo:

    J’aime bien «grosse» cylindrée + turbo!!!

    Je me souviens de la CX diesel turbo 2 – souplesse et performance ; et les grosses cylindrées les moteurs sont plus ronds, plus souples et agréables!

  5. L'Ornithorynque dijo:

    En belgique, dans les mêmes années, nous avons eu droit à une Cadillac Séville (? – je crois, ou Eldorado?) Diesel (V8)… je ne sais pas si elle a bien marché au nombre de ventes.

    Rigolo!

    • il ne m’achèterait jamais de voiture qui apparaît dans mon blog. ou peut-être il m’achèterait tous;-)
      Je ne crois pas qu’une chose si étrangère se vendît beaucoup bien que VW non pour de vendre Sciroccos!!! xD

  6. ami6total dijo:

    Zapatero a tus zapatos, y americanos a los V8 y europeos al diesel, y es que intentar vender un motor diesel en el mercado americano es como querer vender cubitos en el polo norte, vamos una aberración

    • este coche es el motivo de que los diesel americanos fracasasen… la receta americana de la cilindrada con esto no vale, tal vez un turbo…

      • kalin1º dijo:

        …si los diesel fuesen frágiles, el precio de la gasolina menor que el gasóleo y los motores de gasolina más pequeños fueran del entorno de los 3400cc, NADIE compraría coches con motor de gas-oil; así se vivió en eeuu desde siempre; desde que apareció el «turbo» el motor diesel comenzó a importar «algo», hasta entonces su única arma era su sentido comercial para industriales y taxistas, además de camiones, porque repostar era barato; circulando en carretera tras de algún Diesel su «dinamísmo» se intuía en generosas bocanadas de humo negro al cambiar de marcha en situaciones de «máxima» exigencia (a plena carga, cuesta arríba, acelerando…osea SIEMPRE) para aprovechar uno por uno cada uno de los sufridos «caballos» de su motor…pues no había más; hoy por hoy, cuando sólo se conocen motores TDI-HDI-DCI-CDI etc con apabullante par motor y bastante caballería parece imposible que un Opel Ascona Diesel con 58 pudiera moverse, las prestaciones no eran demasiadas ni tampoco el objetivo Nº1 y sí la economía de uso pues en pocos miles de kilómetros se amortizaba; el arranque en frío era espectacular si era a la primera y sobre todo esas ViBrAcIoNeS que te recordaban qué era el diesel…;pero si había algo bueno, eso era el rango de uso pre-turbo con apenas 2000rpm dudosamente «útiles» entre el ralentí y las 3000 eternas vueltas…qué gozada aprovechar cuestas abajo y estirar el motor!!!!!!, o no bajar nunca ni de 80 por hora para no «hundirte», si en alguna situación tenías que reducir a 2ª estabas perdido…vivir éso no tenía precio

        • No hace mucho una marca europea se prestó para dieselizar a uno de los otrora 3 grandes de Detroit. Llevó uno de sus afamados modelos turbo-diesel-inyección a las instalaciones de dicha marca y se lo dejaron conducir a ingenieros, técnicos, y demás. El amplio espectro de conductores americanos que probaron aquella maravilla europea se bajaron del coche con una amplia sonrisa ¡¡aquello no triunfaría nunca en EE.UU!! Por desgracia dicha marca cayó (y recayó) en manos europeas y parece que les toca tragar. Personalmente no creo que sean mejores o peores que los de gasolina. Son diferentes. De ahí a pretender superdeportivos hay un mundo. Lo del Ascona me recuerda a mi 2cv y las continuas luchas por mantener una velocidad digna. Saludos

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