Nebchasetnebet (Ramses Ultica)


A mediados de los años cincuenta el Movimiento de Oficiales Libres dirige los designios de Egipto.  La necesidad imperiosa de sacar de la miseria a la amplia mayoria de la población desemboca en planes de industrialización.  Raymon Flower, a la sazón dueño de la inglesa Frisky, cree que puede sacar tajada.  Presenta a Abdel Nasser (mandamás egipcio) lo que él creía que podía ser el coche que movilizase a las masas, al más puro estilo Volkswagen.  La premisas impertérritas de los coches del pueblo se vieron reflejadas en la propuesta del inglés.   Sencillo de fabricar, sencillo de conducir, barato de fabricar, barato de adquirir:  Uno de los cochecitos que honrosamente fabricaba, herencia de los bubble-car, convenientemente arabizado con grafísmos e insignias propias del alfabeto arábigo.  El propio Naser que antes de militar y golpista había sido ingeniero militar propuso una serie de mejoras que se antojaron casi imprescindibles para las condiciones del tráfico y uso egipcio como la sustitución de la cadena de transmisión por un eje propiamente dicho y un alargamiento para disponer de más plazas disponibles o carga y exigió el nombre de Ramsés.  El 23 de julio 20 coches se presentaron en la plaza de la Liberación de Alejandría con los pomposos lemas de «el coche para todos los árabes», «el coche egpicio»…  Se montó una fábrica cerca de las pirámides y se cursó un pedido para hacer 10.000 coches.  Flower se frotaba las manos, tenía el monopolio del automovil egipcio y un mercado potencial casi infinito en las naciones árabes.  Por desgracia para él la licencia para enviar las primeras piezas se negó.  La tensión política entre Gran Bretaña y Egipto y las continuas aplicaciones de la ley de Talión dieron al traste con tal empresa.  Nasser no se amilanó y nacionalizó la fabrica.  Contactó con la alemana NSU que rápidamente ponía en liza su propuesta.  Ésta simplificó al máximo su modelo más simple (el Prinz).  Ello incluias la desaparición de las curvas en la chapa, la desaparición de chapa propiamente dicha, el uso mínimo de cromados y de tela por doquier.  Nacía el Ramses Ultica.  La red viaria africana nunca se ha caracterizado por su abundancia, los continuos socabones, dunas, y terreno hóstil al que se tenía que enfrentar un modesto vehículo ¿playero? con el motor en posición trasera daban parte de la no idoneidad de dicho vehículo.  Además adolecía de una despreocupación total por la calidad de fabricación, justificable al ser montado por operarios completamente no cualificados.  Por suerte fueron produciéndose otras versiones más acordes del Prinz que subieron el precio haciendose inaccesibles para la amplia mayoria e insuficientes para la privilegiada minoria.  Al poco FIAT extendió sus tentáculos e invadió el mercado con coches más acordes tanto por planteamiento como por precio.  Al primer coche Egipcio solo le queda el honor de haberlo sido.  Que no fue poco.

Versión posterior

Acerca de Sergio Mercado

Lo reconozco ¡Me encantan los coches! Pero no solo aquellos que forman parte del imaginario popular por sus logros y parabienes. Me gustan TODOS los coches y en especial los que llevan una bonita historia cuestas.
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6 respuestas a Nebchasetnebet (Ramses Ultica)

  1. Pingback: Tangram persa (IKCO Paykan) | AUTOMÓVILES FUERA DE LO COMÚN

  2. kalin dijo:

    …por cierto, el UMM fue sólo militar o nació como «solución» de movilidad?, salu2cv…

  3. ami6totoal dijo:

    lo proximo los Roa que se hicieron en Iran…….

  4. apalankator dijo:

    Muy interesante artículo de la historia olvidada del automóvil, encuentro algún parecido con la historia del automóvil en España en la misma época aproximadamente

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