Edad de hielo (Bristol 412 Zagato «ice block»)

Muchas marcas europeas cambiaron de negocio al finalizar la Segunda Guerra Mundial.  Al igual que Alfa Romeo, Rolls-Royce, Messerschmitt y otras tantas Bristol ocupó a su excedente fabril en la fabricación de coches.  En la noble marca británica no se andaron por las ramas y fabricaron coches de súper-lujo animados por una interesante versión del seis cilindros de BMW (debido a los intereses militares de la empresa madre no les costó hacerse con los planos del motor en la fabrica bombardeada de BMW y fichar a uno de los ingenieros estrella finalizada la 2ª Guerra Mundial).  A principios de los 60 en la ya emancipada de la sección aeronáutica, Bristol Cars decide sustituir el vetusto motor de origen alemán por un pletórico V8 Chrysler.  En Bristol nunca preocuparon demasiadolas ventas, de hecho no se ha gastado ni un  solo penique en promocionar sus coches ni en crear un red comercial.  Tan solo ha dispuesto en toda su historia de un único concesionario en la calle Kensington de Londres.  Su clientela, fiel y entusiasta, ha de apañarselas.  Cuentan que en un buen año son capaces de vender hasta 40 coches.  Como es de preveer la palabra «novedad» no es una constante en la historia de esta marca.  Tal vez por eso sorprendió a propios y extraños cuando se presentó el Bristol 412 by Zagato.  Los 412 y 603 fueron los sustitutos del aclamado 411 y su suerte fue dispar.  El coupé 603, de linea «esperada» con su potente V8 ha llegado hasta nuestros dias casi sin cambios. El 412 no.  Las novedades que asustaron a los particulares clientes de Bristol fueron una moderna carroceria de techo desmontable (del tipo Targa o Stag) y una linea muy propia de Zagato, que había prescincido de su famosa «coda tronca» y su techo «double bubble».  Nadie sabe bien que empujó a la marca más inmovil y clásica a intentar vender bloques de hielo, como rápidamente se bautizó al nuevo Bristol.  La carrocería extremadamente cuadrada no era ni espectacularmente novedosa ni particularmente clásica. y el hecho de no crear un verdadero cabrio en la patria de los roadster no entendió nada bien.  La postrera versión 412US, con especificaciones norteamericanas, no logró avivar las ventas.  De hecho solo hay constancia de una venta a un canadiense siendo los otros modificados para ventas continentales.  A la marca que menos le importan las ventas hubo de dejar de fabricar su apuesta para el futuro por el nulo interés de público y crítica.  Bristol quedó como la única y pura marca inglesa, a pesar del 412.

A dia de hoy Bristol busca inversores para poder seguir fabricando (y puede que vendiendo) coches a la genuina forma inglesa.  Suerte.