Inversión especulativa. (Aston-Martin V8 Zagato)

En los ’80, durante el reinado de los Porsche 959 y Ferrari 288 GTO, Aston-Martin decidió fabricar su propia versión de superdeportivo (muy moda por aquel entonces).  Como la cosa no estaba como para lanzar cohetes recortaron un bastidor «estandar» varios decimetros y modernizaron (a traves de la inyección) el eterno V8.  Para la carroceria desempolvaron viejos laureles y recurrieron a Zagato (padre del icónico Aston-Martin DB4Z).  El resultado fue el Aston-Martin V8 Zagato uno de los coches más incompredidos y sobrevalorados de todos los tiempos.  Ante la revalorización instantanea de los Countach, 959, GTO… muchos inversores encargaron coches sin haberlos visto pensando en una especulación favorable.  Prometía 420 cv, 300km/h, un cx de solo 0,24 y no más de 50 unidades producidas en una exótica carrocería, no cumplieron nada.  Ante la demanda (especuladores) Aston-Martin quiso fabricar más y ante una más que segura denuncia se inventó la versión Volante (descapotable) lo que generó polémica ya que los descapotables son más cotizables.  Para conseguir los 300 km/h (y los 420 cv) tuvieron que olvidarse de la moderna inyección y montar una batería de carburadores para lo que fue necesario hacerles sitio con un peculiar montículo en el capot lo que mermó su excelente aerodinámica.  Sea como fuere el tosco V8 Zagato no gustó y los que pagaron el casi medio millón de libras ahora ven como se cotiza por menos de 80.000.  Mal negocio.