Larga vida al rey (Alpine-Renault A-310)


En la recién estrenada década de los 70 Renault decide coger el toro por los cuernos y reemplazar a su mí(s)tico Alpine A110 por un coupe de más altos vuelos.  Por aquellos entonces (y practicamente éstos) la referencia europea era el Porsche 911 (la referencia mundial eran los Muscle-cars americanos).  En Renault, por medio de Alpine, deciden dar una vuelta más de tuerca a «su» concepto de deportividad.  Si Porsche basó su primigenio 356 en el Escarabajo, ellos habían basado su Alpine A-106 en su 4CV «4-4» (también «todo a atrás») así que si Porsche vendia 911 como churros con la misma disposición mecánica, Alpine seguiría ese camino que en parte también era el suyo.  Veia la luz el novisimo Renault-Alpine A-310.  El nuevo auto prometia prestaciones cercanas al modelo alemán, un nivel de ¿exclusividad? cercano a un precio inferior.  Los grandes avances en materia de estabilidad conseguidos con la versión inicial (4 cilindros 125 cv) chocaban con unas prestaciones no tan cercanas a un «gran» deportivo.  El motor del R-16 no era para nada exótico, hacia falta un 6 cilindros.  La solución la dió el tranquilo y robusto V6 que compartian Volvo, Peugeot y Renault y que en un principio serviría para motorizar las berlinotas grandes de esas marcas (Acabaría montado en coches tan dispares como los AMC)  Lo cierto es que el motor no transformó al neonato Alpine en una «bestia parda» si no mas bien en un GT, osea un coche pseudodeportivo y prestacional.  Lo curioso es que la estética era  de deportivo puro y duro, con un indisimulado trasero prominente y una bateria de seis faros delanteros (posteriormente 4) no era el coche ideal para ir a la ópera.  La estrategia de la Regie de venderlo como una alternativa (competición incluida) al nueve-once hizo aguas.  Los Alpine, otrora admirados, fueron perdiendo su mística, no eran rivales ni de los pequeños deportivos tipo Capri y Manta (el Alpine era claramente más exclusivo) ni del totem aleman ni de los mini Maserati ni mucho menos era un Muscle-Car ni era rival de los Stag o SM.  como era de esperar entre todos lo mataron y él solito se murió.  Los GTA/A-610 llegaron demasiado tarde aunque conservando su perpetua ambigüedad mal resuelta.

 

Acerca de Sergio Mercado

Lo reconozco ¡Me encantan los coches! Pero no solo aquellos que forman parte del imaginario popular por sus logros y parabienes. Me gustan TODOS los coches y en especial los que llevan una bonita historia cuestas.
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2 respuestas a Larga vida al rey (Alpine-Renault A-310)

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