Dardo envenenado (Daimler SP 250 «Dart»)

A finales de los cincuenta los roadster ingleses estaban de moda.  Daimler, decana de la automoción en las islas británicas, no era una marca muy dada a seguir las modas pero esta vez se dejó llevar.  Sus ingenieros trabajaron con cierta premura y para que puediese venderse aun precio no muy desorbitado (la gracia de los roadsters británicos) usaron el chasis y la caja de cambios del Triumph TR-2.  Le sumaron un magnífico V8 con camaras de combustión hemisfericas y lo vistieron con una carroceria plastica de diseño moderno. Habia nacido el Daimler Dart.  La clientela habitual de la marca puso el grito en el cielo.  No solo la marca más tradicional de Inglaterra (del mundo) habia osado a fabricar un deportivo sino que habia fabricado un ¡¡¡batmovil!!!.  La carroceria con aletas traseras, el perfil lleno de nervaduras y un morro de estética anfibia no gustó a casi nadie.  Era una marca muy conservadora y un coche muy arriesgado.  Dodge no tardó en reclamar la propiedad del nombre Dart y fue rebautizado como SP 250.  Para colmo de males el chasis no estaba a la altura del poderoso V8 y abria las puertas en marcha.  El tremendo par motor desgastaba prematuramente las cajas de cambios (sin modificar) provinientes del TR-2.  Estos errores fueron subsanadose en las diferentes remodelaciones a las que se vió obligado sufrir, aunque su peculiar linea no varió en absoluto.  La verdad es que superó sus espectativas como coche deportivo ya que era más competidor de los grandes del momento (Maserati, Corvette…) que de sus paisanos cabriolets.  Cuando Jaguar compró Daimler lo liquidó casi de inmediato más por sus tenues ventas que por ser un rival de su Type-E aunque aprovechó el magnifico motor para montarlo en sus afamadas berlinas.  Daimler pasó a hacer copias pomposas de los gatitos de Coventry siendo el SP 250 el último Daimler auténtico.