Suave y silencioso. (Motor Knight «silent knight»)


A principios del siglo XX Charles Knight, oriundo de Chicago, diseñó un motor bastante mejor que sus coetáneos.  Su motor, bautizado como Knight, era mas potente, alcanzaba regímenes más elevados, era silencioso y más fiable.  ¿Magia? no, simplemente prescindió de las válvulas conservando los cuatro tiempos. Una camisa móvil (por una especie de cigüeñal secundario) dentro del cilindro dejaba libres unas lumbreras que oficiaban la entrada de mezcla y la salida de gases.  En contra tenia un consumo alto de aceite (por las fricciones de las camisas), la necesidad de una mayor precisión para montar las camisas dentro del cilindro (a pesar de que el montaje era más sencillo) y por ende un coste más caro.  Actualmente se le sumaria un mayor impacto medioambiental ya que también quemaba aceite que inevitablemente pasaba por las lumbreras, pero en los albores del siglo XX no importaban esas tonteriasPierce-arrow realizó pruebas ya argumentó que sus coches no necesitaban un motor capaz de correr tanto (60 mph) ya que «a esas velocidades todo es peligroso«.  El bueno de Charles viajó a Inglaterra y convenció a Percy Martin, director de Daimler.  Los ingenieros de Daimler dieron su visto bueno y para salvar las criticas de sus competidores el RAC probó dos motores durante 132 horas a plena carga para después montarlos en sendos autos y recorrer 3200 km en Brooklands para después mandarlos otras 5 horas al banco de pruebas.  Los técnicos del RAC informaron (previo desmontage del motor) que no había desgaste ninguno en ninguna pieza del motor, camisas incluidas.  Panhard et Levassor,Mercedes, y Minerva (entre otros) montaron el motor Daimler-Knight (mejorado en Inglaterra) al igual que otras marcas americanas (Willys la más reseñable).  Después de la Guerra Mundial solo Daimler siguió confiando en el motor Knight (hasta caer en las garras del felino de Coventry) ya que los motores con válvulas habían solucionado sus problemillas de joventud y los Knight seguian sin evolucionar plenamente.
El mundo del automóvil inició su lenta pero imparable «estandarización»

Acerca de Sergio Mercado

Lo reconozco ¡Me encantan los coches! Pero no solo aquellos que forman parte del imaginario popular por sus logros y parabienes. Me gustan TODOS los coches y en especial los que llevan una bonita historia cuestas.
Esta entrada fue publicada en Mecánica. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario