Si algo no se le puede reprochar a la Chrysler corporation es su busqueda por diferenciarse de las otras dos. En pleno apogeo del Pontiac GTO y con el Ford Mustang galopando a sus anchas en Plymouth reinventaron el concepto de Muscle Car sacándose de la manga los Econo-musclecar. -Si lo importante es correr pongamos el mayor motor y dememoslo lo más barato posible- pensaron, y nació el Plymouth Road Runner. El bautizarlo como el famoso Correcaminos, ponerle pegatinas con el susodicho pajarito y que la bocina sonase con el bip-bip caracteristico, previo suculento pago a la Warner, fue todo un acierto y se vendió como rosquillas. La mayor plataforma publicitaria era la NASCAR donde el Corrrecaminos se las veia con toda la flor y nata musculosa de la época. La aparición del Dodge Daytona (aunque del mismo grupo empresarial Dodge y Plymouth eran archirivales en la pista) con sus aditamientos aerodinámicos provocó el desliz del piloto estrella de la Plymouth Richard Petty que se fue a Ford ante la imposibilidad de vencer. La respuesta fue el Superbird. Con una nariz aerodinamica de casi un metro de longitud ( que hacian invisible el morro desde el puesto de conducción)con los faros retráctiles y un alerón trasero de casi otro metro de altura amén de sutiles cambios mecánicos y de un Correcaminos con casco de carreras lograron atraer de nuevo a Petty a su antiguo equipo. Por suerte la reglamentación NASCAR obligaba a la fabricación de varias unidades de calle, el Superbird se ponia a la venta. Su linea algo extravagante provocaba que fuese un gran coche en los circuitos (se agarraba como ninguno) y su magnifica (y peculiar) aerodinámica le ayudaba a alcanzar grandisimas velocidades pero austaba a los posibles compradores que no estaban dispuesto a pagar más por tener una especie de monstruito. No se vendió nada bien, se amontonaban en los concesionarios y algunos fueron reconvertidos en Road runners normales para poder darles salida. La reglamentación de la NASCAR cambió de forma desfaborable para los coches alados alegando que no se parecian a ningún coche de producción (!). Hoy en día todavía no se ha ganado el respeto que se merece (ni saliendo en Cars) aunque se compre (casi siempre) a precios prohibitivos.
El Plymouth Superbird solo se fabricó un año (no se llegaron a las 2000 unidades). Al final el Coyote se salió con la suya
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Si es que los yankis son muy brutos para lo suyo….Pero que delicia es el tema de los muscles y los ponys. La pena es la caida de otro imperio automovilistico como el americano, victima de sus excesos y se une al imperio automovilistico britanico, este, victima de sus defectos….
¿El alerón ese no será para secar la ropa mientras conduces?
¿para qué si no?