Cuando el grupo Chrysler huyó en desbandada de Europa se llevó consigo los derechos para el mercado americano de el último (y tal vez el mejor) SIMCA. Conocido por estos lares como Talbot Horizon, para Chrysler supuso el nacimiento de una nueva esperanza de sobrevivir a base de ayudas estatales. A pesar de que en la vieja Europa fuese un coche sin merecimiento ninguno (aunque sentó las bases de los compactos modernos) en EE.UU. fue el primer tracción delantera fabricado en serie para las masas (Los Cord 812, Olds Toronado y Cadillac fueron minoritarios) y esa fue la baza que jugaron los ejecutivos de la corporation para reclamar dinero estatal. Nacia el Dodge/Plymouth Omni. Siendo sin querer uno de los primeros coches «globales» aunque no muchas piezas podian intercambiarse entre las versiones europeas y americanas siendo curioso que usase motores VW bajo las marcas Chrysler. A principios de los ochenta el bueno de Carroll Shelby decide hacer de las suyas con el percherón Omni. Ligeros retoques en el motor y estéticos convierten un anodino coche en el Shelby Dodge Omni GLH («Go Likes Hell») con unos 115 cv peleones. Volkswagen pone el grito en el cielo y denuncia que es una copia de su novísimo Rabbit GTI, Chrysler responde que el Golf es una (mala) copia del Horizon y los alemanes callan para siempre, curioso. Shelby, haciendo gala de su inconformismo, monta un turbo (140 cv) y posterirmente da otra vuelta de tuerca afinando el motor y el turbo sacando 175 cv. Nace el Omni GLH-S («Go Like Hell Some») Limited Edition. Carroll Shelby garantizaba una aceleración 0-100km/h de 6,7 seg. que para si quisieran los BMW, Mercedes, Porsche y Ferrari de la época. Cierto es que el sobreprecio que había que pagar era considerable (aunque el equipamiento era de autentico lujo) pero 11.000$ para ese nivel de prestaciones era barato hasta en los 80. Volkswagen y toda la pléyade de GTIs tardaron una década en acercarse a esas cifras prestacionales. Por desgracia la enesima crisis del grupo Chrysler dio al traste con vehiculos asi y los GLH cayeron en el olvido en favor de coches más o menos asimilables por el gran público. Aquí, en Europa, el triston Talbot Horizon se le consideró de todo menos un deportivo capaz de plantarle cara a nadie, nos conformamos con jugar a Golf.
AUTOMÓVILES FUERA DE LO COMÚN 
El tito Carroll era capaz de ponerle caballos hasta a un triciclo
Hasta convirtió el coche de las secretarias en un icono prestacional! A gente como el viejo Carroll se le echa a faltar.
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