Eterno (Tatra T77 «Czech secret weapon»)

En 1934, en plena época dorada del automóvil, veia la luz un modelo que se adelantaba más de 40 años.  La república Checa no es especialmente reconocida por nada en especial pero en 1897 ya se fabricaban coches a motor (solo Mercedes y Peugeot fabricaron antes).  Tatra, la gran marca checa, fabricaba modelos lujosos y altamente avanzados.  En los convulsos 30 los Ledwinca, padre e hijo, llevaron a caba sus innovadoras ideas sobre como debía ser el automóvil.  Chasis bajo sin estribos, suspensión independiente, eficiencia aerodinámica, peso contenido, habitabilidad optimizada…  Nacía el Tatra T77 y nada volvió a ser igual.  Con un potente y ligero motor V8 refrigerado por aire en posición trasera y una carroceria estilizada y eficiente el coeficiente aerodinamico se quedó en un impresionante 0,21cx que en pleno siglo XXI todavía asombra y dificilmente se iguala.  A la sombra de tan excelso coche en Tatra también planearon la fabricación de una versión más modesta a modo de utilitario con solo 4 cilindros el T97.  El enorme T77 se deslizaba a más de 160km/h por las carreteras de la época.  Había que estar muy acostumbrado a conducir coches potentes con motor trasero para llevar a los límites a la novedosa berlina. Los nazis que pululaban por Checoslovaquia  quedaron impresionados por la línea fururista y el nivel de prestaciones y los requisaron para uso y disfrute propio.  Fue entonces cuando se le apodó «el arma secreta Checa» ya que a sus manos murieron la mayor cantidad de oficiales del ejercito alemán hasta la fecha. Hitler prohibió conducirlos.  A grandes velocidades el morro del T77 flotaba y no siempre giraba cuando se precisaba, y tocar el freno con un coche de motor trasero como este en una curva conlleva el consiguiente sobreviraje. Una prominente aleta de tiburón, añadida posteriormente mitigó esa tendencia al desastre pero lo hizo muy sensible al viento lateral (!).  El señor Porsche confesó haberle echado un ojo a los Tatra.  Lo cierto es que plagió al T97 y una resolución judicial dio la razón a Ledwinca con una fuerte suma de dinero que a su vez fue acusado de colaboracionismo con los nazis.  El Tatra T97 fue evolucionando hasta los albores del siglo XXI siendo fiel a las ideas primigenias aunque del 77 no se llegaron a fabricar 300 unidadesa cual más exclusiva.  A día de hoy Tatra ya no fabrica coches de lujo y ha centrado sus esfuerzos en los camiones.  Lo de usar la aerodinámica para optimizar el rendimiento del motor/bastidor sigue siendo una receta válida, Adrian Newey lo sabe a ciencia cierta.  Porsche no hace mucho sacó a la venta su berlina de representación (60 años tarde) y no se ha atrevido a ponerle el motor atrás… por algo será.