Fuera del pacto (Delage DH V12 «La Torpille»)

En los felices 20 la aventura del automovil ya estaba consolidada.  A base de hacer motores más potentes y refinados los coches habían alcanzado cotas inigualables.  Los gentelman-drivers y las propias marcas estaban encantadas con ganar carreras, batir records o hacer el auto más increible.  Entre todas las grandes marcas en Francia destacaba Delage.  Su modelo Torpille (torpedo) ganaba carreras allá donde corriese y otorgaba a su casa madre un prestigio del todo merecido.  En 1924, Renè Thomas, piloto de la marca, acepta el reto de batir la plusmarca de velocidad máxima conseguida por un auto.  La cita es en Arpajon, Francia.  El modelo elegido fue el brutal Delage DH V12 con 10,5 litros de cilindrada que entregaba la friolera de 350cv (recordemos:  1924).  Por aquellos tiempos los Delage eran el orgullo de la industria francesa y eran un referente con sus afinadisimos motores de seis cilindros.  En Arpajon también esperaba el rival a tan excelso coche.  Fue en 1922 cuando a un  FIAT SB4 de 1904  (que cubicaba 18 litros) le explotó, literalmente, el motor en plena carrera llevandose consigo parte de la carroceria del coche.  Los restos achatarrados los compró el entusiasta Ernest Eldrige que decidió hacer un coche ganador.  Como el motor de 18 litros no le pareció suficiente le montó al FIAT el motor (uno de los) más grande que tenía la marca en catálogo:  el 6 cilindros de los bombarderos SAML S.2 Caproni Ca 46.  Los 21,7 litros de cilindrada y 250cv tampoco fueron suficintes.  Después de dotarlo de doble encendido y de 4 válvulas por cilindro la potencia subió a 320cv a 1800rpm.  Como semejante monstruo no cabía en el vano motor el chasis se alargó (con piezas de un autobús siniestrado) pero las modificaciones no llegaron a la transmisión, que era por cadena, ni a los frenos, solo traseros.  Al coche de Eldridge se le bautizó enseguida como Mefistofele por el atronador sonido y la enorme cantidad de humo que emanaban del escape (libre).  El 5 de julio el  Mefistofele bate el record mundial (230,55km/h) pero una reclamación del equipo Delage lo invalida.  El satánico coche no tiene marcha atrás, como marca el reglamento.  Los comisarios dan la razón a la marca francesa (los comisarios y los franceses empiezan una larga historia de amor) y al día siguiente Renè Thomas haciendo gala del  poderío tecnico del Delage Torpille bate de facto el record consiguiendo una incontesable plusmarca (230,63km/h). El Torpedo azul ganaba al diabólico italiano.  Pero Mefistofeles no se rinde.  A los seis días el arcaico coche italiano lograba ir marcha atrás cumpliendo el reglamento y batia de nuevo el record (234,97km/h).  La sorpresa vino cuando se constató que la caja de cambios no había sido modificada y que el coche, que todavía se conserva, no tiene ningún mecanismo que le haga ir en sentido inverso.  Delage sucumbió a la Gran Depresión y rápidamente fue relegada al olvido.  Hoy en día los franceses consideran como sus grandes marcas a la italianizante Bugatti y a la española Hispano-Suiza.  Mefistofeles hizo ganar a FIAT con alguna extraña artimaña, y desde entonces la marca italiana ha sido referente mundial,  dicen las malas lenguas que ese maléfico pacto todavía dura y que la FIAT sale airosa de todas las crisis…(ahora es dueña de Ferrari, Lancia, Alfa, Chrysler, Jeep, Dodge…)

A día de hoy el FIAT SB4 Mefistofele descansa en el museo de la marca en Turín en un lugar privilegiado ¡¡faltaría más!!