De casta no le viene al galgo (Cizeta-Moroder V16T)

Estaba muy claro que en los 80-90 las prestaciones de infarto eran una excentricidad propia de milllonarios.  Las marcas de más rancio abolengo simplemente ofrecían un motorazo en una carrocería exótica y una lista de prestaciones que mejoraban la del último modelo de la competencia. Nacían los Aston-Martin DBS, Ferrari 288 GTO, Porsche 959, Lamborghini Countach QV…  A Claudio Zampolli, importante distribuidor de Ferrari, se le enciende la luz.  Gracias a sus contactos en el mundillo de los coches de altas prestaciones ve factible crear el mejor de todos.  Contrata a un numeroso grupo de ingenieros que habían huido de Lamborghini cuando esta cayó en manos yankies y aprovecha un diseño de Marcelo Gandini del que debería haber sido el Diablo.  Logra apoyo economico de la mano de Giorgio Moroder, afamado productor musical, que al llevar su Ferrari al taller de Zampolli se enamora del proyecto.  Nace en Modena (cuna de los supercars) el superlativo Cizeta-Moroder V16T.  Zampolli justifica los ¡¡16!! cilindros en V simplemente por el exotismo que representan, y porque no decirlo: para ser más.  El motor está situado transversalmente en posición central, era demasiado largo y ancho para ponerlo de cualquier otra manera, y proporcionaba al auto unas dimensiones poco armoniosas, se usaban elementos de proveedores de F-1 y su calidad de construcción estaba fuera de toda duda (cosa no aplicable a todos los deportivos italianos). El Cizeta era un lobo con piel de lobo y sus prestaciones eran de primera línea (540cv).  Rapidamente el Sultan de Brunei se adjudicó 2, y los pedidos llenaban la mesa del Bueno de Zampolli, Moroder ya se había echado atrás.  Por desgracia solo se fabricaron 11 vendiendose unicamente 9.  Y es que aunque sea imprudentemente pernicioso gastarse 80 millones en un buen coche los millonarios suelen apostar a seguro e invierten en las de siempre.  Y si las de siempre sacan al mercado coches como los F-40, Diablo, Xj220 y se les unen la nueva Bugatti con el EB110 y Mclaren con el F1, está claro que caballos se quedan en la cuadra.

Los dos modelos no vendidos fueron robados de la aduana de Detroit.  Todavia hoy se desconoce su paradero.  Cizeta sigue fabricando en EE.UU. bajo pedido su excelente coche también en versión descapotable (en 20 años se cree que han fabricado 2 más) aunque esté prohibido circular con él (cosas de las homologaciones) por tierras yankies y cueste la friolera de 800.000$.  Una unidad fue requisada por la policia mientras paseaba (e incumplia varias leyes) por la tierra de las libertades.