Elefante ibérico (Elizalde Tipo 48 Super Cumbre)

En el salón de París de 1921 se presentó uno de los más excelsos automóviles jamás fabricados, el gigantesto Elizalde tipo 48 «Super Cumbre» el mejor chasis para las mejores realizaciones que se podía adquirir por entonces.  Se decia que la altura de su cintura (base del parabrisas) era la de un hombre de pie (¡¡!!) y que poniendo a dos personas en cada extremo de su motor serian incapaces de verse.  El coche era superlativo.   Su enorme motor de ocho cilindros en linea, de más de 8.000 cc podía lanzarlo a más de 160 km/h, rompiendo la mítica cifra de 100 mph solo al alcance de rudos deportivos.  Cuenta la leyenda que por aquellas fechas en París un tal Ettore Bugatti visitó el salón del automóvil y al ver tan superlativo automóvil prometió construir uno mejor.  A diferencia del Bugatti Royale (que no logró superarle en gigantismo) y sus  otros titánicos rivales, aparecidos bastante después, (Hispano J-12, Duesemberg J, Rolls Phantom, Marmon V16, Packard double six, Cadillac V16…) el Elizalde t 48  tenia un motor con una novedosa culata de bronce con  4 valvulas por cilindro, un sistema de aspiración de aire tanto para el motor como para el habitáculo, y un primitivo sistema de anti-bloqueo de frenos (licencia Elizalde).  Por desgracia no se fabricaron más de 5 unidades quedándose dos en propiedad de la familia Elizalde, otro para piezas y experimentos en la propia fábrica, un motor fue cedido a la universidad, y de la unidad restante se pierde su paradero por sudamerica (se cree que está en Cuba). El T48  de la familia Elizalde era el único automóvil (con permiso del coche del gobernador civil) que podia aparcar delante de Liceo en las noches de función, tal era su majestuosidad.  Elizalde después de innumerables crisis y desaciertos pasó a formar parte del INI y fabricó cientos de miles de motores diesel para furgonetas y taxis. Lo más grande no fue el final.