A mediados de los años 60 la Triumph decide que su admirado Herald/Vitesse ha de pasar a mejor vida. Su sustituto, el Triumph 1300, se revela como un auto muy satisfactorio. Con su novedosa tracción delantera y su nivel de acabado se posiciona claramente por encima del Herald sobretodo por precio. La solución es crear el Toledo, basicamente el mismo coche pero con tracción trasera (más barato de construir) y sustutuir al 1300 por el 1500 (manteniendo la tracción delantera). En Triumph se complican la vida manteniendo a los 2 en producción. Al poco le encuentran sustituto al Vitesse (versión depotiva-lujosa del Herald) y se sacan de manga al Dolomite, con tracción trasera y motores nuevos. Al Dolomite se le actualiza la carroceria y se le aumenta el equipamiento como grandes novedades respecto asus hermanos pequeños. Y es entonces cuando al Toledo se le rebautiza como Dolomite 1300. Ya en 1973 los ingenieros de Triumph se complican de sobremanera la existencia creando el mítico Dolomite Sprint el primer 16 válvulas de gran producción de la historia. El Motor 2000 16v ganó premios de diseño e ingenieria pero en el coche fue un gran problema. Los 150cv fáciles que desarrollaba en los motores de prueba no pasaban de 125/130 cv en los de producción. Como curiosidad tenia un único árbol de levas accionando todas las valvulas (lo normal son 2). El Dolomite Sprint estaba considerado como «la respuesta a las plegarias de cualquier conductor deportivo» era realmente un gran coche cuando todo funcionaba bien (bastante mejor que el sobrevalorado BMW 2002 Tii), algo que casi nunca ocurria. Los tremendisimos fallos de motor (sobrecalentamientos…) acabaron con este excepcional modelo y en 1980 toda la gama media de Triumph dejó paso al Acclaim. Y en Triumph se acabó todo. Todo.
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Elles sont magnifiques!! 🙂