El futuro ya está escrito. (Bugatti type 56 1cv)

A principio de los mágicos (y controvertidos) años treinta en Molsheim todo iba miel sobre hojuelas.  El 10% de la población trabajaba en la excelsa fábrica de Bugatti y los coches que de allí salían ya eran un claro referente en el mundo automovilístico.  El patrón Ettore Bugatti vivia sus mejores años.  Autos como los «Brescia», «Atalante», «Tank», «Royale», type 35…  asombraron y asombran todavía hoy, al mundo.  Fue en esos años cuando haciendo gala de su genialidad, el bueno de Ettore diseñó uno de sus geniales autos para recorrer su empresa de cabo a rabo.  La inteligencia se demuestra usando lo único e imprescidible para llegar al objetivo fijado.  El Bugatti type 56 fue un ligero descapotable biplaza en que lo superfluo desaparecia.  Los coches de la herradura se caracterizaban por una mezcla de conservadurismo y vanguardismo casi a partes iguales amén de una técnica depuradísima y el pequeño T-56 no iba a ser menos.  Esta vez la carroceria estaba inspirada en los vehiculos primigénios, no disponia de puertas y la dirección se confiaba a un ¿timón?o cola de vaca.  Lo revolucionario venía de la parte motriz.  Ettore Bugatti necesitaba un coche rápido, fiable y sencillo que pudiese arracar y parar tantas veces como quisiera (o departamentos visitase) y que incluso pudiese ir por el interior de la fábrica sin causar molestias.  El motor elegido fue uno electrico de tan solo 1 cv que cumplió con creces las premisas del patrón.  Este coche, que en principio era para uso y disfrute personal, fue un gran acierto.  Muchos (acaudalados) visitantes vieron en el pequeño descapotable la solución para moverse de una forma limpia y segura en distancias cortas y convencieron a Bugatti de fabricarlo en serie.  No se sabe a ciencia cierta cuantos se fabricaron (entre 6 y 10) pero si que obtuvo más ventas que el endiosado «Royale».  El futuro lo tenían enfrente.  Y es que para hacer un buen Bugatti sobran 1000cv.