Pastafarismo.(Argyll GT)


A finales de los años ’70 parecía una buena idea fabricar un supercoche artesanal.  En el mundo siempre habrá ricos dispuestos a pagar lo que sea por tener un coche exclusivo.  Así que el bueno de de Bob Henderson convenció a un grupo de inversores para sacar del ostracismo a la decana marca Argyll para (volver a) fabricar un coche superlativo a la forma escocesa.  De forma eminentemente patriótica (y más que obvia) los nuevos coches debían alejarse del estereotipo inglés, ya que por aquellos entonces tenían una mala fama inabarcable.  Sea como fuere tardó 6 años en plasmar sus ideales.  Garantizaba un coche que duraría un mínimo de 30 años (!) sin problemas ni de oxidación ni de fiabilidad con unas notables prestaciones y a un precio relativamente contenido.  Nacía el Argyll GT con una carrocería de kevlar y un chasis de macizos largueros revestidos de fibra de vidrio.  Las cuatro plazas y el motor central daban una distancia entre ejes enorme unidos a su morro bajo y plano, a la escasa altura y a la convicción de que en el Argyll el diseño no se supeditaba a la técnica conseguían cierta grosería en su línea.  Henderson se jactaba de que sus autos no conocían el túnel del viento ni se les había medido el coeficiente Cx aunque asemejaban cierta empatía con la aerodinámica.  En cuanto al motor en un principio se anunció que montaría un V8 turbo de diseño propio (¡¡) o un 4L turbo de procedencia Saab aunque no montó ninguno de ellos.   Posteriormente se anunciaron el insulso V6 PRV y un V8 Rover que tampoco montó.  Se rumorea que algunos se fabricaron con un tetracilindrico de 2 litros de origen Lancia (¡¡¡).  Argyll adquirió un lote de V6 Buick usados en la IndyCar con los que fabricó ciertas unidades.  El interior pese a usar ciertas stock-parts era solido y aparente, aunque las versiones V8 (si realmente las hubo)  se veían desprovistas de las plazas posteriores. Ya bien entrados los ochenta el coche escocés con forma de lagarto costaba casi el doble que un Lotus Esprit Turbo, 25% más que un Porsche 911 Carrera, y algo más caro que un Ferrari 308 GTB QV.  Las 12 unidades anuales que pensaban fabricar como máximo para garantizar tanto la exclusividad como la fiabilidad enseguida se volvieron excesivas.  Nadie sabe a ciencia cierta cuantos Argyll GT se fabricaron, qué motor montaron ni quien los compró.  Como buen escocés, nada mejor para una leyenda que un monstruo.

Acerca de Sergio Mercado

Lo reconozco ¡Me encantan los coches! Pero no solo aquellos que forman parte del imaginario popular por sus logros y parabienes. Me gustan TODOS los coches y en especial los que llevan una bonita historia cuestas.
Esta entrada fue publicada en Deportivo y etiquetada , , , , , . Guarda el enlace permanente.

9 respuestas a Pastafarismo.(Argyll GT)

  1. L'Ornithorynque dijo:

    Argyll … aaaarrrggghhhllll.

  2. kalimbinho dijo:

    …desde luego que mas aerodinámico que un Pegaso «Troner» debía ser, al menos…

    • …prefiero el Troner como coche deportivo, a lo Walter Pandiani, que el engendro escocés con cara de lagarto 😉

      • kalin dijo:

        …ojo!, que el detalle en común era que ambos llevábamos el emblema de «Acotral» en la cabina, él por placer y yo por un sueldo…

        • ¿cuantos caballos tiene un bicho de esos?

          • kalin dijo:

            …caballos no demasiados, mas o menos 400, algunos 500.., pero lo que si que tiene es un PAR de coj*nes (nunca mejor dicho) y apenas a 700rpm hasta las 2500 como mucho; son motores de carrera larguísima y la «zona roja» es antes de 3000, el último que conduje fue 6 cil.linea de, ojo: 13000cc y 420cv…verdadera maravílla, y por supuesto, con una sensación de solidez que dá verdadero gusto.., no hay que olvidar que Scania es de VW, y ahí hay que quitarse el sombrero…, Iveco es de Fiat…; salu2

Deja un comentario