Tal vez una de las ideas mas rocambolescas en el mundo de la automoción sea el Amphicar. Construido en Berlín con base inglesa (motor del Triumph Herald -43cv-) y vendido en EE.UU. el 90% de las 3878 unidades fabricadas. A día de hoy todavia es el único vehiculo civil anfibio de la historia. Por el precio de un Chevrolet de la época (del ’60 al ’68), un remolque y una lancha se accedia a un cochecito descapotable de linea curiosa que no andaba muy bien por tierra ni nadaba optimamente por agua. El Amphicar era un marinerito de agua dulce. Tenia una transmisión revolucionaria ruedas-helices y la dirección hacia de timón pero cuando salia al mar se oxidaba casi al instante (no estaba preparado para soportar la sal). Su precio desorbitado, sus prestaciones modestas, sus limitaciones fluviales y un cambio de reglamentación en EE.UU. condicionaron sus pobres ventas y condenaron a la empresa a la quiebra.
Ahora es un clásico respetado y buscado.
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